INCLUSIÓN CULTURAL Y SOCIAL.
Para que se manifieste una inclusión cultural y social es necesario desarrollar sistemas y escenarios que respondan a la diversidad y en donde se valore a todas las personas, además de reconocer que en cada centro escolar se pueden manifestar la inclusión de manera diferente. Si buscamos desarrollar experiencias significativas, la intervención cultural ha de personalizarse para que sirva a cada colectivo como herramienta de transformación social y de crecimiento cultural.
Se proponen dos líneas de acción:
Línea 1: destinada a centros con un alto grado de población en riesgo de exclusión social.
- Destinatarios: Profesorado y alumnado del área de Educación Infantil.
- Acciones: Trabajo directo con los equipos docentes e incorporación de varias aulas cómo público, con reducción del 50% del coste de la entrada.
Línea 2: destinada a estructuras que trabajan con colectivos con otras capacidades.
- Participantes: Centros Ocupacionales, Centro de Autonomía Personal, Aulas de Aprendizaje de Tareas y Servicio de Rehabilitación Comunitaria.
- Destinatarios: Adultos y jóvenes de estos colectivos.
- Acciones: Trabajo directo con los y las educadoras e incorporación a la programación de los usuarios.
Visitas a uno de los teatros de la Red Municipal de Teatros para este colectivo.